Su sonrisa...

Levántate de la cama, ponte lo primero que veas y sal corriendo a la calle.
Grita, salta, baila...que más te da si te llaman loca, si corren detrás de ti para pegarte con el bastón porque has atropellado al chucho del vecino o si un coche toca el claxon porque ha estado a punto de atropellarte por cruzar un semáforo en rojo. Sigue corriendo, no pares hasta llegar a tu destino, si te tropiezas, levántate, que no te importe el roto de tu pantalón y el pequeño hilillo de sangre que corre por tu rodilla, si te haces daño, vuélvete fuerte.
Una vez completado el camino, toca el timbre de su puerta y cuando salga, abrázale fuerte y dile que te encanta su sonrisa, cuanto te hace reir o llorar, que te encanta que te abrace fuerte entre sus brazos, que se ria de ti cuando haces algo sin sentido, que te diga mil y una vez lo loca que estás y lo rara que eres, que te encanta que te muerda el labio al finalizar un beso, que te coma la mejilla a pesar de decirle que no lo haga, que te gusta que llegue tarde a pesar de tener que estar esperando. Que le quieres.