Ese examen...
Es increíble cómo en un solo día pueden cambiar tanto las cosas. Puedes levantarte tan feliz, como si fuera la primera vez que ves el sol y acabar como si ese mismo sol hubiese caído sobre ti, aplastándote y abrasándote como una pequeña hormiga. Te levantas dando saltos d alegría, te preparas y te pones guapa, vas a clase y... ¡Zas!, se acabó. Llega tú profesor a clase y te da la nota del examen. Un examen que has estado un mes preparando y te has dado cuenta que ha sido una pérdida de tiempo, un mes de decir "no puedo salir, tengo que estudiar", un mes lleno de enfados y agobios, una tortura innecesaria.
Conclusión; paso de estudiar.
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